Tanto el entorno económico como los costes de producción determinan los precios de la maquinaria nueva. El precio de adquisición de las máquinas usadas no depende tanto de estos factores. Por qué es buen momento para vender los equipos que ya no se usan, ahora que bajan las tasas de inflación.

Para entender cómo se configuran los precios de los productos y prever su evolución a lo largo del año hay que observar atentamente la situación económica. Actualmente, Europa se encuentra en el filo de una navaja. Si observamos el producto interior bruto (PIB) de la zona euro, este expresa la recesión con un -0,1 % en el primer trimestre. El segundo trimestre mantiene una leve recesión. En cuanto a los 27 Estados miembros, pudieron sustraerse al fantasma de la recesión con un aumento del PIB del +0,1 %.

Los pronósticos son más bien positivos. Para el año completo de 2023 se prevé un aumento del PIB del 0,8 % en la Unión Europea. En la zona euro se espera un crecimiento del 0,9 % para este año. Todo esto es indicativo de que los fabricantes de máquinas e instalaciones atraviesan tiempos difíciles: cuando la economía se encoje, los encargos escasean. De modo que la ingeniería mecánica europea sigue lidiando con una disminución en los encargos durante el año 2023. Los clientes temen las inversiones en épocas de tensión económica.

Precios elevados para productos nuevos

El nivel de precios para la maquinaria nueva se puede determinar a raíz de la tasa de inflación, entre otros métodos. Esta se situaba en nada menos que el 7,1 % en mayo. Al menos, se empieza a detectar una tendencia a la baja. Aunque para el 2023 aún se espera una tasa media del 6,4 %, ya hemos dejado atrás la tasa de inflación máxima desde la creación de la Unión Europea, que fue del 11,5 % en octubre de 2022. A pesar de que la reducción progresiva de la inflación, la bajada de los salarios reales, un bajo consumo y el aumento de los costes del crédito frenan la economía.

Todo ello contribuye a crear un ambiente contenido en el ámbito de la ingeniería mecánica europea. La bajada del consumo y la disminución de las existencias almacenadas ejercen un efecto moderador en la producción. En resumen: las máquinas sufren costes de producción elevados en un contexto de baja demanda.

¿Qué implica para los precios de la maquinaria nueva? Los costes dependen en gran medida de los costes actuales de la energía y de la materia prima, relativamente altos, aunque no tan desorbitados como durante el invierno pasado. Otros factores influyentes son la falta de mano de obra y las subidas de los salarios. La maquinaria usada se ve menos afectada por estas fluctuaciones porque su precio es el resultado de sumar factores como el tipo de máquina, el fabricante, los años de uso, la demanda y la disponibilidad.

El estancamiento en la ingeniería mecánica favorece el mercado de la maquinaria usada

«Los precios de la maquinaria usada no se pueden determinar mediante los parámetros habituales», explica Kai Prager, director del departamento de tasaciones de Surplex. El influjo de la inflación no se muestra directamente en la maquinaria usada, responde con cierto retraso a los cambios en los precios de las máquinas nuevas. «El mercado se encuentra en una fase caracterizada por una gran oferta y unos precios de adjudicación en leve descenso». Ya que, a más máquinas en el mercado, más bajo será el precio de remate.

Por otro lado, y con economías inestables, las empresas son reacias a invertir grandes cantidades. En estas circunstancias, los compradores potenciales sienten predilección por el mercado de la maquinaria usada, ya que allí encuentran máquinas disponibles inmediatamente a unos precios notablemente más bajos, a pesar de su calidad. Según Prager, los precios de las máquinas usadas son buenos indicadores del funcionamiento del mercado y sus tendencias: «En los sectores en los que aumenta la demanda por efecto de la coyuntura económica se aprecia un aumento en los precios de venta».

Las ventajas de la venta de máquinas usadas

Debido a la situación actual del mercado, a la demanda cada vez mayor de máquinas usadas y dado que se espera una bajada de los precios en breve, es el momento ideal para que las empresas vendan las máquinas que han dejado de usar. La venta no solo genera liquidez, sino también el espacio necesario para instalar máquinas más eficientes o con una tecnología más moderna. Las empresas que reestructuran su producción se benefician especialmente del mercado de la maquinaria usada.

Además, el mercado establecido de la maquinaria usada permite a las empresas obtener un precio adecuado por sus máquinas. «También hay una gran demanda de determinados tipos de máquinas, lo que eleva aún más el potencial de una venta satisfactoria», indica Prager. «Están en auge, especialmente, los sectores de la automoción y la metalurgia, tanto por el número de subastas como por los compradores interesados».

Es el momento para que las empresas decidan si quieren prescindir de alguna máquina. Para ello, conviene la colaboración con un especialista experimentado como Surplex. Las casas de subastas industriales como Surplex disponen de tasadores competentes que emplean su vasto conocimiento técnico y logran definir los precios de las máquinas usadas de forma justa y precisa. Para ello, aplican una tasación combinada entre una evaluación basada en la experiencia y en los datos, que se combina con la práctica prolongada relativa al valor de una máquina, los precios de remate de subastas anteriores, así como con los precios publicados por comercios y oferentes en diversas plataformas de internet.